Despedir el año es siempre un motivo de brindis. Ya sea para celebrar los éxitos cosechados durante los últimos 365 días o por la esperanza que se renueva cada 1ro de enero, nunca viene mal hacerlo con lo mejor que ofrece el mercado. Hoy te decimos cuáles son las diez etiquetas en las que vale la pena invertir más de lo habitual para asegurarse el mejor brindis.

Salentein Brut Nature Método Tradicional ($245) Hace tres años Pepe Galante elaboró los primeros espumosos de Bodega Salentein. El puntapié fue con dos charmat mientras afinaban en la cava el sabor de este Brut Nature. Elaborado mediante el método de segunda fermentación en botella, el assamblage – 60% Pinot Noir, 30% Chardonnay y 10% Pinot Meunier – es madurado sobre borras durante 15 meses y eso define su textura cremosa y burbujas delicadas. Es seco, sobrio y refinado, diseñado para brindis especiales.

Lindaflor Extra Brut de Malbec ($265) Marcelo Pelleriti ascendió en la escena vínica local con los tintos y blancos deluxe que produce desde hace más de una década en Bodega Monteviejo. Luego lanzó su proyecto personal y en paralelo diversas etiquetas que produce junto a los rockers más famosos del país. Pero en 2015 sorprendió con sus primeros espumosos. Su nueva joya es este champenoise de Malbec con 18 meses de crianza sobre lías. El resultado es vibrante con la frescura propia del Valle de Uco y la fruta roja del Malbec, un rosado para descorchar junto a una carne grillada y jugosa o a la hora de alzar las copas.

Baron B Brut Nature Millésimée 2013 ($275) Con más de treinta años de vigencia, Baron B es el espumoso más glamoroso del país. Hoy además del clásico Extra Brut hay un Rosé y este Brut Nature de añada, la versión más seca y sofisticada del clásico. Sus aromas son típicos del corte – Chardonnay y Pinot Noir – y el método tradicional. Abundan las notas de brioche, los cítricos abrillantados y los frutos secos. En boca es pleno y vivaz con burbujas delicadas que realzan su frescura y sellan un final prolongado. Como siempre, una etiqueta que no falla y gusta a todos.

Luigi Bosca Prestige Rosado ($290) Con Boheme, su espumoso tope de gama, esta bodega se ganó un lugar de privilegio en la mente de los amantes de las burbujas. A partir de ese éxito familia Arizu construyó su línea Celebración que ofrece un Extra Brut, un Brut Nature y este rosado de Pinot Noir. A la vista seduce con un color rosado leve de tonos rojizos mientras que en nariz despliega aromas a guindas frescas, levadura y frutos secos. Su paladar es interesante gracias a una buena cremosidad que sirve de contraste para las burbujas que fijan un cosquilleo persistente y placentero.

Cruzat Cuvée Especial Pedro Rosell ($310) Mientras espera el momento oportuno para lanzar su Millésimé 2006, Pedro Rosell presenta este cuvée especial para calmar la ansiedad de sus seguidores. Es una edición limitada elaborada con uvas de un viñedo ubicado a 1400 metros de altura en Tupungato (Valle de Uco), detalle que explica su frescura infinita. Pinot Noir al 70% y resto Chardonnay pasa dos años en contacto con las levaduras para alcanzar una complejidad aromática notable, fluir graso y vibrante con sabores definidos que invaden el paladar. Una figurita difícil para lucirse ante conocedores.

Saint Felicien 1963 Brut Nature ($345) La historia de este vino es compleja y seguro despierte el interés de los que disfrutan de las rarezas. Hace cuatro años en la bodega Catena Zapata decidieron preparar un vino único para celebrar las cincuenta cosechas de Saint Felicien, la primera etiqueta alta gama del país. Entonces embotellaron un assamblege 60% Chardonnay y 40% Pinto Noir de vinos 2011, 2008 y 2009. Si bien el plan era lanzarlo en 2013, momento exacto del medio siglo de la marca, decidieron esperar que el vino llegue a su plenitud y eso fue luego de 48 meses en botella. Recién presentado en sociedad, este Brut Nature es complejo y sobrio con buen nervio y final elegante. Una primicia para entendidos.

Gran Dante Brut Nature ($350) Bodega Dante Robino es uno de los principales productores de espumosos del país. En sus instalaciones no solo producen sus vinos homónimos y la línea Novecento sino también etiquetas para otras bodegas que confían en la pericia de sus enólogos expertos en burbujas. Este conocimiento de las técnicas detrás de la segunda fermentación los llevó a desarrollar su propia etiqueta de alta gama a partir de un assamblage Pinot Noir-Chardonnay que pasa más de 18 meses sobre las levaduras hasta lograr un estilo tradicional y elegante. Desde su lanzamiento, hace ya tres años, es una etiqueta que los conocedores buscan y quienes la descubren no pierden de vista.

Teho Calcaire Nature ($480) Alejandro Sejanovich es un winemaker inquieto. Su porfolio ya cuenta con unas cuarenta etiquetas que recorren el país de norte a sur y no queda estilo que no haya embotellado. Hace dos años presentó tres espumosos a los que sumó otros dos en 2015. Teho Calcaire es su máxima creación en cuanto a burbujas y el último en llegar al mercado. Es mayoritariamente Chardonnay y Pinot Noir elaborado mediante segunda fermentación en botella. Las uvas provienen de Los Árboles y Altamira (Valle de Uco), siempre de suelos donde el calcáreo brinda la acidez y el tono mineral que este winemaker busca. Aromáticamente se destacan los cítricos y frutos topicales junto a las notas de las levaduras. En boca es filoso y tenso con un perfil moderno y sofisticado. Un vino que propone una nueva dimensión a las burbujas locales.

Progenie I ($580) Alejandro Canovas, enólogo de Bodega Vistalba, es el responsable de esta etiqueta que se ubica entre las más exclusivas e interesantes del ámbito local. Su elaboración sigue los pasos de los cuveé prestige de Champagne y el tiempo de crianza sobre levaduras siempre supera los cuarenta meses. El corte es Pinot Noir-Chardonnay y esto define su perfil clásico y sútil. En boca las burbujas son amables y su textura lo hace un compañero ideal de la mesa dulce de fin de año donde no falta el buen pan dulce, los frutos secos y turrones. Un lujo para disfrutar con paciencia.

Rosell Boher Grand Cuveé Millésimeé 2008 ($620) En 1999 Alejandro Martínez Rosell se propuso elaborar el mejor espumoso argentino. Para esto se armó de paciencia y lanzó sus vinos al mercado recién cuando estuvo seguro que era el momento. Necesito más de 40 meses para estar convencido, nunca nadie había esperado tanto un espumoso en el país. Para el ícono de su bodega no hay una fórmula exacta, a la precisión de la crianza en botella se debe sumar una cosecha extraordinaria, tal como sucede en Champagne. Por lo tanto cada cosecha de su Grand Cuveé es una ocasión de festejo en sí mismo. Blend 85% Pinot Noir y 15% Chardonnay, reposa cuatro años sobre las levaduras y el resto del tiempo se estiva en bodega. Así se alcanzan sus aromas complejos entre los que sobresalen los frutos negros, brioche, miel y cerezas maduras. En boca logra una armonía singular que lo convierte en un espumoso que nada tiene que envidiarle a los mejores exponentes franceses.

Es sommelier y un consumado buscador de tesoros. Capaz de degustar cientos de vinos y de recordar del primero al último con la precisión y la agudeza de un entomólogo, conoce como nadie esos rincones del mercado a los que todos quieren llegar. Por eso elige los vinos del Club Bonvivir. Por eso escribe en Vinómanos (plataforma que fundó en 2013) sobre sus hallazgos o bien en importantes medios nacionales como Clase Ejecutiva, o internacionales como Decanter.