Pocas cosas son más placenteras en el mundo del vino que encontrar una botella desconocida, probarla y que te vuele la peluca. Ahí es cuando te transformás en un fan de esa marca: primero, porque tenés el dato que nadie tiene; segundo, porque podés darte el gusto de lucirte y lustrar tu chapa de conocedor.
Pero claro, dar con esa o esas botellas no siempre es sencillo. Tenés que andar de vinoteca en vinoteca, invirtiendo unos buenos pesos en catas o comprando, para sacar en limpio una o dos de cada diez. No te desanimes. En  Vinómanos hacemos ese trabajo para vos.
Y para que te des el gusto, buscamos en nuestra guía botellas raras, vinos curiosos o novedades que son justas para sacar el dato en el momento oportuno. Fijate cuál te tienta, ponelo en los favoritos de la app y la próxima vez que vayas a la vinoteca, andá con un número puesto.
Siete Vacas Tannat 2011 (69). Arcas de Tolombón es una bodega que queda en la parte tucumana de los Valles Calchaquíes, un terroir donde el Tannat está dando que hablar. Variedad que da vinos de una singular frescura y perfume en las alturas del NOA, en este caso le suma además un buen cuerpo y buen jugo. Será una buena opción para caer a un asado con una rara botella.
Aguijón de Abeja Cabernet Sauvignon 2011 ($70). De la movida de nuevos Cabernet que hay en nuestro mercado, el Valle de Uco, y en especial Altamira, en el límite de temperatura para esta variedad, consigue sumarle un trazo de frescura que está renovando el estilo de la uva más clásica. Con una fruta roja evidente, un trazo balsámico y una boca con textura y jugosa acidez, este ejemplar es perfecto para poner en la mesa o para llevar a un asado.
Críos Pinot Noir 2012 ($95). En los últimos años, el Pinot Noir de Mendoza fue ganándose un lugar en el mercado y bodegas que nunca lo habían ofrecido decidieron elaborarlo y probar suerte. Ese es el caso de Críos. Elaborado con uvas del Valle de Uco, este vino resulta expresivo, con una aromática frutal y ahumada, que recuerda también a la tierra mojada, y ofrece un paladar suelto, fresco y de notable sabor. Buscalo si querés probar una novedad.
Altos de la Ciénaga 2012 (100). Tucumán es el epicentro de una nueva movida bodeguera. Y así como en Salta se obtienen vinos muy distintos, en el jardín de la república también. Y si para muestra basta un botón, este Altos de la Ciénaga es un ejemplo perfecto. Blend de Shiraz, Malbec y Cabernet Sauvignon, ofrece de una aromática compleja y de alta expresión, en boca es potente y con el paso gordo y jugoso. No es fácil de hallar.
Benmarco Torrontés 2013 (130). Los blancos argentinos están en plena definición de estilos. Y entre ellos, el Torrontés más que ningún otro, básicamente porque es la pareja ideal para el Malbec en términos de exportación, pero su perfil gustativo no termina de convencer a los mercados off shore. Así nacen vinos como este, elaborado con Torrontés de Mendoza y criado en barrica de roble, que buscan emparentar al varietal con un gusto más cosmopolita. Sabroso, de textura cremosa y alta frescura, es un vino raro, que conviene descubrir.
Zorzal Gran Terroir Cabernet Sauvignon 2011 (135). Los hermanos Michelini elaboran en Gualtallary una serie de tintos que merecen atención. Y entre ellos, este Cabernet especialmente, que viene a aportar un nuevo trazo de frescura a un varietal en pleno desarrollo estilístico. Destaca por la sensación balsámica en sus aromas, el suelto al paladar y sus taninos moderados y buena frescura, que intensifican su paso a cada sorbo, lejos de la idea de un tinto poderoso y tánico.
SonVida Malbec 2010 (200). En nuestras catas a ciegas nos pasó que, cuando apareció este vino, nos sentimos atrapados. Había en él un estilo nuevo, algo que pica justo entre la delicadeza y el cuerpo medio, que lo hace ágil y fresco, con un after taste que crece trago a trago. Cuando descubrimos la botella no teníamos idea de quiénes eran, hasta que pescamos el truco: el enólogo Alejandro Vigil elaboraba este tinto con uvas de Altamira para un matrimonio de periodistas –Sonia y David- con experiencia en medios internacionales. Y el resultado es de fábula. Buscalo.
Manos Negras Atrevida Malbec 2010 (217). Elaborado por Alejandro Sejanovich y Jeff Mausbach, este Malbec de Altamira combina además un touch de Cabernet Franc, loo que explica en parte el nombre de Atrevida. El resultado es un tinto de complejo, con intensidad aromática y diafanidad de perfumes, volumen medio de boca y rica frescura, con textura de tiza. No es accesible, pero sí para darse un gusto.
Colomé Auténtico Malbec 2012 (280). Bodega Colomé está en operación desde 1831. Y lo que ellos llaman auténtico, es básicamente un Malbec sin madera de uvas prefiloxéricas, esto es, con genética anterior a la pérdida del viñedo francés y tal y como se lo elaboraba hace unos 100 años. El vino propone una aromática de morrón, con frutas rojas y especias, buen cuerpo y largo sabor jugoso, en donde el sabor de la uva salteña define el vino.
Matías Riccitelli Vineyard Selection 2010 (300). El joven enólogo Matías Riccitelli se lanzó a crear sus propias marcas –y hoy también bodega- con una selección de Malbec de Vistalba, en Luján de Cuyo. El resultado este vino, que representa cabalmente lo que se puede obtener en ese terruño: vinos intensos, complejos y de taninos gordos, con acidez moderada y textura cremosa. Así es Vineyard Selection, con una etiqueta vistosa, además.