El último tirón de cada mes resulta, para el amante del vino, una suerte de peregrinación humillante por la góndola del súper, que nos obliga a doblar el cuello en busca de los escaparates medios y bajos, donde las aspiraciones de sofisticación deben guardarse en nombre de la realpolitik económica que marca el calendario. Pero guarda: que no tener plata disponible para lujos tampoco implica un renunciamiento al buen gusto. En eso, esta selección de vinos que listamos a continuación resultan una inyección de sabor en cualquier economía menguada. Y si no ofrecen la pátina distinguida del consumo top, cumplen holgadamente su cometido a la hora de las copas. Son:
Orfila Malbec 2013 ($25). En tiempos en que los precios engordan, hacer un vino para billeteras flacas no es poco mérito. La gente de Bodega Orfila –relanzada de la mano de Cepas de Argentina- consigue poner en la góndola de los accesibles este novedad varietal, de aromática frutal y paso ligero, perfecta para despuntar el gusto por el vino por unos pocos pesos.
Tracia Syrah 2012 ($30). San Juan es la tierra del sol y del buen vino al alcance de la mano. En eso, su clima cálido y con tierras productivas propone una ecuación inmejorable a la hora de las copas. Finca del Enlace es uno de los nuevos productores de la región que supo sacarle provecho a esta ecuación y ofrece este Tracia Syrah perfumado, de cuerpo delgado y paso vivaz, rico para acompañar una colita de cuadril al horno, por ejemplo.
Norton Tempranillo 2012 ($36). El Tempranillo supo estar de moda hace una década porque da vinos bien frutales. Claro que diez años atrás se lo abusaba en materia de potencia y rápidamente se opacó su encanto. Para redescubrirlo, proponemos este chispeante, frutado y fresco tinto de Bodega Norton, con un perfil resuelto para la mesa, donde convence con jovialidad junto a un rico asado o a una pasta rellena.
Cafayate Cabernet Sauvignon 2012 ($37). En los valles Calchaquíes el Cabernet Sauvignon es rey. Un poco porque su clima de montaña fresco permite que madure bien, y otro poco porque la aspereza de la región le imprime un suave trazo rústico que lo distingue. Así es Cafayate, de bodegas Etchart, que suma además una aromática intensa, una boca carnosa y de ligeramente rasposa, como le gusta a los amantes del cab.
Portillo Malbec 2013 ($45). El Valle de Uco es la región que marca el pulso de la época. Sus vinos tintos son profundos en color, intensos en sabor y de frescura y cuerpo elevados. En eso, la cercanía a la montaña, la altura y el sol de Mendoza ofrecen una ecuación única. Ecuación de la que Portillo ha sabido sacar el mejor provecho, con lo que, año a año, se ofrece como uno de los Malbec top a alcance del bolsillo. Buscalo.
Novecento Raíces Malbec 2012 ($48). En la góndola local, cuando los vinos se acercan a los 50 pesos la madera empieza a tallar como sabor. Este tinto de la Bodega Dante Robino ofrece, además, un evidente trazo frutal, una boca carnosa, amplia y jugosa. Excelente para acompañar cortes vacunos bien jugosos, su relación calidad precio es óptima en su segmento.
Latitud Cabernet Sauvignon 2011 ($49). El consumidor argentino tiene al Malbec anudado a la lengua. Sin embargo, hay otros varietales que ofrecen mejores vinos, especialmente en estos segmentos de precio, donde la ecuación de calidad costo es lapidaria. Así, este Cabernet es de Latitud es un serio best buy a la hora de invertir en sabor frutal, paso suave y jugoso, con el plus de estar disponible en todos lados.
Finca La Escondida Cabernet Franc Roble 2011 ($55). En el vino las modas son curiosas porque abarcan varios años. Y la más reciente de ellas tiene que ver con esta variedad de uva, el Cabernet Franc. Este ofrece un tinto de aromática abierta y balsámica, con una boca de textura algo rugosa, propia de la variedad, perfecta para acompañar carnes grilladas o al horno. Si nunca probaste uno, esta es tu mejor opción a tiro de tu bolsillo. Perlita para no conocedores.
Joaquín Hidalgo
